
El cementerio de Santander, Ciriego, se incluye en la “Ruta Europea de Cementerios” (https://cemeteriesroute.eu/european-cemeteries-route.aspx), reconocida como Itinerario Cultural del
Consejo de Europa.
A principios del siglo XIX, Carlos IV dispone, por motivos higiénicos, que se construyan cementerios alejados de la población y se abandone la costumbre de enterramientos en las iglesias y
aledaños. Pero no es hasta finales de este siglo XIX que se empiezan dichas construcciones, para lo que costó vencer muchas reticencias. Es el caso de Ciriego, proyectado a considerable distancia
de la ciudad, junto al mar, para lo que, sin duda, influían consideraciones de salubridad del entorno, y que proyectado en 1881 por Casimiro Pérez de la Riva no llegó a ser inaugurado hasta 1893.

Pronto, pese a las iniciales resistencias a aceptar este extrañamiento de los cementerios, las clases acomodadas comienzan a contratar a los mejores arquitectos, canteros y escultores del momento
para encargarles mausoleos familiares. Unido a que en ese momento no había un estilo definido de arquitectura, entre los arquitectos predominaba el eclecticismo, tomando rasgos del gótico, el
neoclasicismo, el románico, e, incluso, el orientalismo, sumado además en el caso de Cantabria el ruralismo, los cementerios como Ciriego se convirtieron en lugares monumentales entre finales del
siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. El paso del tiempo ha completado la estampa romántica de cementerios como Ciriego posibilitando una visita muy interesante.
Horario: 8:00 - 18:00
Se realizan visitas guiadas que pueden consultarse en: 942 331 987